viernes, 29 de junio de 2007

Tiempo sin tiempo



18 horas, el avión despega .Se pierde en lo profundo de la noche. En los edificios se reflejan las luces de la ciudad. Los oídos me molestan: mi cabeza parece a punto de estallar. Qué cansancio atroz! , este trabajo es más que estresante.
Por suerte, este es mi último año en la empresa .Quiero tener una propia. No soporto más la cara de culo del gerente, estoy seguro que no hace el amor desde hace un siglo, pero tengo que tratar de relajarme, no puede ganarme el cansancio. Busco el libro que acabo de comprar en el hall central del aeropuerto, necesito leer, es mi cable a tierra,¿ donde esta?, la puta madre!!!, ¿me lo habré olvidado en el mostrador?, es que había tanta gente… y yo apurado, fatal combinación. Veo a la señorita del asiento contiguo sonreírse al verme insultar en voz alta, trato de poner mi mejor cara de estupido y simulo no verla , sentándome como si nada hubiera pasado y no me queda mas que mirar por la ventanilla toda esa inmensa boca negra que nos devora mientras el avión avanza. Necesito dormir y me niego a perder todo este espectáculo que se ve desde aquí arriba pero el sueño avanza ….
Lucho con los fantasmas del sueño que intentan atraparme, quiero seguir contemplando este paisaje embriagador.
Luces, más luces, la noche, las estrellas…

Se divisan pequeñas luces, unas con más luminosidad y otras a punto de extinguirse
Me aproximo, esas luces diminutas parecen ser las velas de las que me habló Sara.
Sara, la bruja del pueblo, me sonrío, porqué me acordé de ella?
Contra mi voluntad, busco incesantemente entre las diminutas luces, alguna en especial, una entre todas, frenético, pensando que si se apaga también terminará mi vida...
Estaré volviéndome loco?. De ello depende mi vida. Allá a lo lejos veo una vela pequeña a punto de apagarse, corro hacia ella y la tomo cubriéndola de la brisa que pretende acabar con mi vida, si esta se apaga mi vida también, tengo que tratar de llegar a lo de Sara. Casi no queda cera solo una leve luz, mis piernas comienzan a temblar, mi boca se seca y me agito a la vez que mis manos transpiran frio, no se si llegare…
Camino a ciegas pues para llegar al pueblo tengo que atravesar un extenso campo a oscuras,¡¡ peor no puede ser mi suerte en este día!! El viento comienza a soplar con más fuerza, camino encorvado tratando que quede un hueco entre mi cuerpo y el abrigo. La vela sigue ahí pendiendo de un hilo.
Recuerdo que antes de llegar aquí cruce una lomada, es un excelente lugar para parapetarme del viento. Me doy cuenta que por primera vez me voy encontrar con la muerte, todos sabemos que no hay forma de eludirla, ¡¡¡ soy un idiota!!! Por segundos casi quedo atrapado por una de sus caras, la resignación, se que el único modo de salir de esto es llegar a lo de Sara, ¿será ese el único modo?

Necesito un vaso de agua, mi boca esta pastosa, tengo la imperiosa necesidad de beber algo, mis palpitaciones aumentan, creo que voy a vomitar, tengo que llegar!! Dios: si tengo que morir que no sea de este modo!! Ya casi llegue, estoy ahí pero la puerta esta cerrada, la golpeo casi con desesperación y la azafata me toma del brazo, aturdido, la miro, hubiese jurado conocerla de algún otro lado.
Noto que sus labios se mueven y su mirada se incrusta en mis ojos de un modo lacerante, estoy seguro de haber percibido esa mirada en otro, es como si tuviese miles de imágenes girando a mí alrededor: avión, libro, cielo, luces, velas, una bella mujer y nuevamente las imágenes se repiten hasta el cansancio, siento que alguien me llama, es una voz como lejana , un tono que me resulta conocido , ésa persona repite mi nombre constantemente, logro abrir los ojos, veo a mi madre llorando, tomándome de un brazo y a su lado un hombre vestido de blanco que le dice:- “Quédese tranquila señora, todo esto no es mas que un severo cuadro febril, que a un niño de 8 años puede provocarle pesadillas con un alto vuelo delirante.
Escucho la frase : “vuelo delirante”…..,¡?¡?¡ No,no,no...Basta!!!




lunes, 25 de junio de 2007

Para Alba, en el lugar donde te encuentres...


Busco la flor perdida, el corazón perdido, tal vez estén contigo, en la cola del pájaro.
Que en un tiempo indescifrable se poso en mi mano.


domingo, 17 de junio de 2007

Liliana Herrero (hija del viento)





Advertencia: Si estas escuchando esta canción en algún lugar tu hogar y sientes que un viento huracanado logra ingresar por una de las ventanas, no te preocupes, si así sucediera, significa que Liliana logro entrar a tu corazón.



Confesión del viento

El viento me contó cosas que siempre llevo conmigo
me dijo que recordaba un barrilete y tres niños
que el sauce estaba muy débil, que en realidad él no quiso
que fue uno de esos días en que todo en un estropicio
Me dijo que los pichones a veces de apresurados caen al suelo indefensos
y él no consigue evitarlo
Me hablo de arenas de agosto, de carta de enamorados
del humo de las chimeneas, del fuego abrazando un árbol
Iba cargado de culpas y seguía confesando
en su lomo de distancias no cabalgaba ni un pájaro
Era un fantasma ese viento, un alma en penando
y en ese telar de angustias, tejió sus babas el diablo

El viento me confió cosas que siempre llevo conmigo
Me dijo que recordaba que en realidad él no quiso
a veces de apresurados un barrilete y tres niños
me hablo de arenas y chimeneas al piso
de cartas de enamorados, que todo es un estropicio
Era un fantasma ese viento, tejió sus babas el diablo
Iba quebrado de culpas y no consigue evitarlo
en ese telar de angustias el fuego abrazando el árbol
el sauce estaba muy débil y seguía confesando
Le pregunte por las chapas del techo de los de abajo
dijo: dijo el hombre ha de luchar para conseguir los clavos
en vez de hincarse al rezar para olvidar su quebrantos
o de sentarse a esperar regalos eleccionarios
Me sorprendió la respuesta
pero no quise atajarlo
pues cuando lleva razón
vaya, vaya quien quiere pararlo.

miércoles, 13 de junio de 2007

Estrellas fugaces



Una noche de verano cuando era niño, estábamos con mi padre sentados en el umbral de nuestro hogar, conversando, cuando comenzamos a observar las estrellas (¿ recuerdan a que edad vieron por primera vez las estrellas?)

Mi padre: -¿Viste cómo brillan las estrellas?.
Yo: - Sí ¿y porqué brillan?
Mi padre:- Se supone que son soles.
Yo:- ¡Soles!
Mi padre:- Aquella que ves allá (señalando el lucero) es mía.
Yo: -Y la mía es aquella (señalando la más próxima al lucero)

Poco tiempo después mí padre fallecía, dejándome una rara sensación. En aquél momento que me lo comunicaron, sentí que el cielo se alejaba definitivamente de la tierra y las estrellas salían despedidas aún más lejanas de mi alcance.
Mucho tiempo después me di cuenta que aquella vez había experimentado una sensación de distancia infinita ¿y qué es el infinito?
Y que es el infinito, sino una relación de tiempo y espacio, si lo imaginamos como una línea en donde de un lado se ubica el pasado, del que podemos asegurar su infinitud y en un momento determinado se va encontrar en un punto, que bien podría ser éste en el que estoy escribiendo, que seria el presente, y mas allá nos encontramos con el futuro que seria la eternidad.

Cierta noche estaba durmiendo y en medio de la noche abrí los ojos y la oscuridad era tal, que imaginé que aquella era el infinito, un lugar de donde no sabe el origen, pero tampoco se sabe hacia donde vamos.

Alguien me dijo que todo es un continuo presente…

sábado, 2 de junio de 2007

El divan

Hola,les diría mi verdadero nombre pero les diré mi apodo "Remus".
Poseo un pequeño comercio en la zona del gran Buenos Aires,Argentina, hace alrededor de veinte años, si bien a veces estoy digamos….un poco cansado del mismo y como muchos argentinos continuo con el mismo por una simple razón, la situación económica del país y especialmente la mía.
Bueno mi intención no es contarles las desdichas del país y las mías, por supuesto, sino como ustedes se imaginarán por mi negocio, pasan distintas personas y cada uno tiene su historia.Con muchos de ellos, tengo que realizar mi otra actividad, la de psicólogo,
Nosotros los argentinos un lugar de recurrir al tipo que se quemo las pestañas leyendo a Freud recurren a un almacenero de barrio que soy yo y que bastante tengo con lo mió.
Apuesto que a los supermercados chinos no les comentan nada.
Todos tenemos necesidad de hablar, algunos utilizan la compra de un simple paquete de azúcar para empezar a contar sus pesares y temores(si al menos, su compra fuese una botella de whisky haría un esfuerzo mayúsculo en prestar atención a sus relatos)
Luego de tanto pensar he hallado la venganza ideal, contare sus historias por este medio y como aún conservo un resto de decoro no develare sus identidades,con la vana esperanza de que algún hagan una compra estupenda en mi negocio.
Si ustedes conocen alguno de ellos sepan respetar el pacto confidencialidad que hoy hacemos y si se cruzan por el camino y les cuentan idénticas historias traten de poner su mejor cara de asombro como si nunca las hubiesen escuchado.

Próximamente la historia de Carey…..

Próximamente la historia de Carey…..